Seguimos con nuestra serie de consejos prácticos para que los tengas en cuenta a la hora de elegir calzado.
¿Te has preguntado alguna vez cuanta distancia recorres a lo largo de un día? ¿O de un mes? ¿O de un año? Como media recorremos 110 pasos por minuto, unos 4 km cada hora, si sumáramos todos los Km a lo largo de un año serían unos cuantos kilómetros, viéndolo así debemos cuidar todos los detalles a la hora de elegir calzado.
Desde el punto de vista de la Biomecánica se dice que el calzado debe tener una estructura funcional adecuada, ¿ Y esto que es? Pues que el calzado debe ser flexible, tener un abrochado alto sobre el empeine y la parte trasera cerrada. Te explicamos en que consiste cada punto.
Calzado Flexible
Si el zapato que llevamos es flexible nos facilitará la impulsión a medida que caminamos y evitará la fatiga. En el caso de las mujeres y personas mayores debería ser aún más flexible debido a la menor capacidad muscular en el caso de las personas mayores y un menor tamaño del pié en el caso de las mujeres.
Cierre alto
Lo ideal es un cierre alto sobre el empeine, independientemente que sea acordonado, bandas elásticas o velcro.
Trasera ajustada
La trasera debe estar bien ajustada al talón, en los zapatos abiertos por detrás una tira puede ayudar a que el zapato sea más cómodo.
Y por último y un factor a tener muy en cuenta es que el calzado tiene que ser lo más ligero posible. Cuanto más peso tengamos que cargar más difícil se nos hará caminar.
¿Que os parecen estos consejos? ¿Los tenéis en cuenta cuando elegís zapato?